Desastres

En esta serie, la pintura se desborda como lo hace la vida: sin permiso, sin control, sin consuelo. Desastres es una mirada visceral a los territorios invisibles que habitan la maternidad. No hay idealización, no hay consuelo.

Cada trazo nace desde el conflicto entre lo que se espera de una mujer y lo que una mujer es. Los lienzos recogen esos momentos de ruptura: cuando la ternura se vuelve carga, cuando la identidad se vuelve un campo de batalla.

Inspirado por el expresionismo, el proyecto se apoya en la deformación, en el color crudo, en el gesto violento, como lenguaje necesario para narrar lo que no cabe en palabras. Aquí, el desorden es testimonio. Aquí, el desastre es forma de verdad.

Desastres no busca consolar. Busca mostrar. Y al mostrar, abrir un espacio donde la experiencia femenina deje de ser contención y comience a ser presencia.